No soy la hermana Sor Juana
Yo aquí vine con muchos problemas, nunca conocí a mi mamá y desde niña fui violada por mi papá. Mis familiares me ultrajaron todo lo que quisieron y yo crecí con ese odio. Yo entré aquí por microtráfico de droga y desde que llegué empecé a pelear con todo el mundo, porque para mí no había nadie que se mereciera mi respeto. Yo tengo muchísimas cicatrices porque me metía en problemas todos los días de mi vida.
Yo, como iba, nunca iba a salir de acá, porque estaba llena de informes y cada informe quita seis meses de redención. La directora pudo haberme mandado para El Pedregal o para cualquiera de las peores cárceles del país, porque eso es lo que hacen cuando no se lo aguantan a uno. Pero esa señora viendo mi situación, en lugar de castigarme, me puso en manos de la sicóloga y de otros terapeutas que me ayudaron mucho.
Al principio esa gente me hablaba y me hablaba y yo nada. ¿Sabe qué fue lo que a mí me convenció de abrir mi corazón? La nobleza de la doctora, de la sicóloga, porque uno cree que la gente que tiene plata y estudios nunca ha sufrido, y que va, eso es mentira. Cuando la doctora empezó a contarme la historia de su vida yo quedé aterrada de que una mujer de su clase llorara frente a mí. ¿Usted puede creer eso?, dizque una doctora llorando y confiándole su vida a una delincuente. Eso fue mucha nobleza y entonces yo me di cuenta de que ella sí me quería ayudar, que ella no era el enemigo como yo pensaba
Yo dije: pues si esta doctora me cuenta su vida, por qué no le voy a contar yo la mía. Y si esta doctora ha sufrido, por qué no iba a sufrir yo. Todos hemos sufrido. Y ahí empezamos una terapia intensiva. Qué tan tremenda habré sido yo, que durante un mes me dieron tratamiento a mí sola.
A mí me trataban la doctora y un sicólogo que venía de afuera, porque hay una gente que siempre se ha juntado para traernos actividades y terapias diferentes. Gente buena, ciudadanos normales que piensan en nosotros. Yo gracias a ellos hice una cosa que creo que es lo que más me ha ayudado. Eso se llama dizque constelación familiar. Mire, eso es algo duro, pero duro duro, porque es para sanar las cosas que uno trae desde la casa. Leer Más